Reflexión posterior a la ceremonia: integración

Mucha gente viene a sentarse con Ayahuasca o cualquier psicodélico para tener una experiencia. Vienen a ver las visiones que han escuchado de otras personas que lo han hecho, la purga, la prueba, la conexión divina y la trascendencia espiritual que proviene de experimentar psicodélicos. Sienten el llamado a vivir estas experiencias para sí mismos para mejorar sus vidas. Algunos informan de experiencias asombrosas que les cambian la vida inmediatamente después de experimentar el psicodélico, otros afirman que no obtuvieron nada de ello. Luego regresan a casa y continúan sus vidas como eran antes de la experiencia y/o pasan al siguiente psicodélico, en busca de la experiencia definitiva. La gente olvida un elemento importante en una experiencia psicodélica: ¡la INTEGRACIÓN! Significa completar, reunir las pepitas de sabiduría y los conocimientos de la experiencia, las emociones, los pensamientos y los sentimientos para darle sentido a todo. Piensan que simplemente tener una experiencia transformará sus vidas. Es durante la integración después de la experiencia que ocurren los cambios y no necesariamente durante la experiencia. Mientras estás en tu viaje, estás absorbiendo las descargas de un reino superior y muchas veces no tiene ningún sentido cuando sucede. La integración ayuda a desarrollar la experiencia a lo largo de los días, semanas y meses posteriores a la experiencia, donde todo, como un juego de tetris, comienza a encajar en su lugar. Es una parte integral de cualquier experiencia psicodélica y con la ayuda de un coach de integración, un grupo o comunidad, así es como se hace correctamente. Eso no quiere decir que no puedas hacerlo sin un entrenador o un grupo, definitivamente puedes hacerlo tú mismo, a través de un diario, meditación, cuidado personal, etc... pero tener estos recursos a tu lado, hace que toda la experiencia psicodélica más significativo y transformador. Una vez que hayas hecho la tarea de ponerlo todo junto, estarás listo y abierto para explorar otros psicodélicos más conscientes, arraigados y alineados con tu yo superior y la vida que tienes por delante.

¡Ajá!