2018: Lecciones sobre rendirse y dejar ir
Share
Han pasado tantas cosas este año, demasiadas cosas que explicar. 2018 fue un año de experiencias que cambiaron mi vida: el despertar de mi visión interior, la muerte de mi ego y el descubrimiento de mi verdadero yo y propósito.
Mi mayor desafío fue rendirme y dejarme llevar. Entregarme a lo que no puedo controlar, enfrentar mis miedos más profundos y dejar ir lo que ya no me sirve. Acepté la vida tal como es con todas las alegrías e incertidumbres de vivir el momento presente.
Las lecciones son muy profundas y llenas de ideas.
- Tengo todo lo que necesito dentro de mí . Ya no busco nada fuera de mí que me haga sentir completo nuevamente , todo lo que necesito para triunfar y ser feliz vive dentro de mí. Durante mucho tiempo estuve adormeciendo mi dolor y sufrimiento buscando distracciones externas, controladas por mi ego, en lugar de lidiar con la raíz de mis problemas. Estoy agradecido de haberme despertado para denunciar mis propias tonterías. Sé que yo era el problema pero también soy la solución.
- Las puertas se abrirán, pero debo atravesarlas . Nadie iba a hacer el trabajo por mí. Conocí personas que me abrieron las puertas para ver las oportunidades y los desafíos, pero tuve que cruzar el umbral por mi cuenta, superando mis luchas, reconociendo mis limitaciones, entendiendo mi propósito, aceptando lo que es, lo que no es y adaptándome a los cambios.
- Lo que no quería hacer era exactamente lo que necesitaba hacer . Fue en el proceso de superar mis luchas que encontré la fuerza interior para vencer mis miedos. No había otra manera de hacerlo que enfrentar mis miedos de frente, ir a ese lugar oscuro, enfrentar mi lado feo, a la raíz de mi dolor y tristeza y desarraigar el dolor profundamente arraigado, mis inseguridades, mi yo. -juicio y sufrimiento. Fue en esta oscuridad donde encontré mi propia luz para sanar mi ego herido con amor, amor propio.
- Amarme a mí mismo fue la respuesta y, al amarme a mí mismo, pude amar a los demás y ser compasivo con ellos. Esta es mi forma de sanar. Cuando amo y ayudo a los demás desinteresadamente, me amo y me ayudo a mí mismo en el proceso.
En 2019 seguiré caminando por el camino que he elegido; el camino de la curación a través del servicio. Tengo la suerte de ser parte de una comunidad donde hay amor, bondad y compasión al servir a otras personas. Haré del cuidado personal mi prioridad; cuidando mi cuerpo, mi mente y alimentando mi alma. Continuaré expandiendo mi conciencia, compartiendo amor y compasión, construyendo relaciones duraderas y más fuertes con los demás a través del servicio y del movimiento Guerrero Apasionado.
Gracias a todos por su apoyo y por ser parte de mi vida.
Amor-Coraje-Bondad
carlos