Hoy estoy agradecido por

Miro hacia atrás a todos los momentos desafiantes que he vivido este año y a pesar de la dificultad durante esos momentos, estoy AGRADECIDO por cada uno de ellos:

Por cada lucha que enfrenté con valentía para aceptar las cosas que no puedo cambiar y reunir la fuerza para cambiar las cosas que puedo, aquellas que ya no me servían y me impedían convertirme en el hombre que quiero ser.

Por cada error que se convirtió en lecciones aprendidas, en experiencia, conocimiento y sabiduría para discernir lo que está bien y lo que está mal. Para mí fue evidente este año que las lecciones se repetirán hasta que se aprendan por completo.

Por cada lágrima que fue derramada de dolor, mientras me sentía herida, enojada, lágrimas de frustración que luego se convierten en lágrimas de alegría, felicidad y plenitud de mi vida. Cuando no sabía qué carajo hacer, no había nada mejor que llorar. Llorar calma el alma.

Estoy agradecido por mi vida, por las luchas y desafíos que me hacen quien soy hoy.

¡2022, adelante! Estoy viniendo más fuerte, más sabio y mejor.