El milagro de la rendición
Share
Reflexiones posteriores a la ceremonia: Rendición. Lo presencio todos los fines de semana, durante la ceremonia de Ayahuasca o cuando te sirvo Kambo. Vienes y te sientas en la colchoneta con la intención de enfrentar cualquier problema que te preocupe, tu trauma, tus miedos, cualquier cosa que te impida convertirte en tu verdadero yo. Estás listo para afrontarlo de una vez por todas. Veo tu ansiedad, tu miedo a afrontarlo y también veo tu voluntad de salir adelante. Pero de repente ahí estás, enfrentando esos miedos, enfrentando la ansiedad de frente. Veo cómo las cosas no salieron como esperabas, veo cómo tu ego te hace dudar de tu intención de hacer esto en primer lugar. Veo tu resistencia, tu lucha por enfrentar la oscuridad que te envuelve. Tus expectativas se apoderan de ti y cedes por miedo a perder el control. El pánico se apodera de ti y te dan ganas de salir y ¡ya! Tu corazón quiere sanar pero tu mente se interpone en tu camino. Te interpones en tu propio camino, bloqueando el camino y entrando en autosabotaje. Te siento como si yo también hubiera estado allí. Pero entonces, en esa oscuridad, en medio de tu tormenta, sucede algo mágico. De alguna manera aprendes que dejar ir lo que no puedes controlar ES la salida. Este es el momento en el que hombres y mujeres, sin importar su origen o la historia que se sigan contando, abren las compuertas de sus emociones, permiten que las lágrimas fluyan, abrazan su viaje y su vulnerabilidad. En este valiente acto de dejarse llevar, te das cuenta de que no puedes escapar de lo que temes ni esconderte detrás de las distracciones de tu vida. Te veo darte la vuelta y enfrentar ese miedo que ha estado tan presente en tu vida pero que ha sido tan esquivo. A medida que aumenta la intensidad de la experiencia, aprendes a conocer y comprender la raíz de tus problemas. En ese momento, eres recompensado con el acto de rendirte. A medida que continúas liberando el control, aceptas quién eres, quién eras y en quién quieres llegar a ser. Te entregas a lo que es y en ese humilde momento estás aceptando tu viaje de forma cruda, sin filtros. La verdad sale a la luz, las sombras empiezan a desaparecer y empiezas a ver tu propia luz. Soy testigo de un cambio en ti, de una comprensión... de un gran avance. Estás disfrutando de la esencia de tu verdadero yo, libre por fin de las cadenas que te retenían. Me regocijo contigo cuando sales del otro lado más fuerte, más sabio y mejor. Este es el milagro de rendirse. Aceptar lo que no puedes controlar y dejarlo ir. Es un honor para mí tener un espacio para ti y ser testigo de tu transformación 🙏
¡Ajá!