Entrando hacia adentro, encontrando mi verdad
Share
Lo sé, puedo sentirlo ahora. Solía vivir en mi cabeza durante demasiado tiempo. Dentro de mi cabeza, creé este hermoso lugar al que podía ir cuando me sintiera amenazado, herido o incomprendido, dejando todo lo demás afuera porque no quería sentirlo. Lo que no sabía entonces es que al esconderme de mis sentimientos y emociones, perdí la conexión con mi cuerpo sin poder sentir nada. La conexión con la mente y el cuerpo se cortó. La vida tiene una gran enseñanza y es que nada es permanente, todo tiene un final. Había tantas cosas que mi cuerpo podía soportar y mi mente podía contener que inevitablemente algo tenía que ceder. Mi mente estaba sobrecargada de problemas y mi cuerpo al límite. Todo lo que necesitó fue mi voluntad de permitirme sentir esas emociones y dejar mi mente y residir dentro de mi corazón. Las circunstancias que me llevaron allí fueron una bendición disfrazada. Ahora confío más en cómo me siento que en lo que pienso, ya que la mente es una embaucadora que se auto sabotea, pero el cuerpo sabe, mi corazón ahora sabe mi verdad que mi mente no quería aceptar.